Cuando usted recibió a Cristo como su Salvador, se convirtió en una persona nueva, en nueva creación. Por tanto, su nueva condición debe ser evidente en cada aspecto de su vida, especialmente en su relación con los miembros de su propia familia.

En este mensaje, el Dr. Stanley habla de las características del miembro de una familia que está en los caminos del Señor: esposos que aman a sus esposas; esposas subordinadas a sus esposos —un concepto comúnmente mal interpretado, que el Dr. Stanley dedica tiempo para explicar; hijos que obedecen a sus padres, y finalmente, padres que no provocan a ira a sus hijos.

Las relaciones familiares pueden ser un reto, y la motivación egoísta es capaz de destruir fácilmente los matrimonios. Pero Cristo nos ama, razón por la cual dio su vida por nosotros. Descubra cómo debemos tratar a nuestros esposos, esposas, hijos, madres y padres, con amor abnegado e incondicional.

Este mensaje es parte de la serie “Completos en Cristo: Estudio sobre Colosenses, Vol. 4”.