Cada creyente no solo llega a disfrutar de las bendiciones de la vida eterna con el Señor, sino que también juega un papel integral en el plan de Dios para darse a conocer a la humanidad.

En este mensaje, el Dr. Stanley explica que, antes de la fundación del mundo, Dios hizo planes para sus seguidores le sirvieran como miembros de su Cuerpo -su morada en la tierra. Antes de la encarnación de Cristo y de la fundación de la Iglesia, este plan era un misterio. Nadie sabía (ni los ángeles del cielo, ni el pueblo elegido del Señor en la tierra) cómo un día uniría a judíos y gentiles para poner de manifiesto su amor maravilloso y su poder.

Cada creyente es parte de este propósito eterno. Tiene la responsabilidad de compartir este misterio con el mundo, y de dar a Dios la gloria por la grandiosa obra que Él ha hecho.

Este mensaje es parte de la serie “Cómo descubrir nuestra verdadera identidad, Volumen 2”.