En la cruz, Jesús no solamente triunfó sobre el reino de las tinieblas y compró nuestra salvación con su sangre, sino también nos dio a todos los que creemos en Él un regalo precioso: La seguridad eterna.

En esta enseñanza, el Dr. Stanley revela la doctrina de la seguridad eterna con verdades sencillas y majestuosas: Dios amó. Dios dio. Creemos y somos salvos. Y punto.

Una vez que nos rendimos a Jesús, no tenemos que vivir con inseguridad en cuanto a la eternidad.

Este mensaje es parte de la serie "Las convicciones que rigen nuestra vida".