En sus palabras finales a los Gálatas, Pablo les pide que no pongan más cargas sobre él, porque "yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús" (Gálatas 6.17). Él estaba consciente que su precio por conocer a Cristo era sufrir voluntariamente por Él —y de que ya había sufrido bastante.

El Dr. Stanley nos dice que obedecer a Dios no significa que no tendremos que sufrir. Siempre está la posibilidad de que podamos sufrir por conocer a Cristo, y por proclamar su santo nombre. Afortunadamente para nosotros, es por medio de las pruebas que experimentamos, que aprendemos quién es Dios y cuál es su voluntad.

Este mensaje es parte de la serie Liberados por fe: Estudio sobre Gálatas, Vol. 2.