Aunque la paciencia es un regalo de Dios, ella no nos llega de forma natural. Basta con observar a un niño de dos años mientras espera la comida, para ver la evidencia de esta verdad. Por el contrario, la paciencia es algo que tenemos que aprender. Tenemos que aprender a decir: “Estoy dispuesto a dejar lo que quiero, pienso o necesito, y esperar que Dios supla esa necesidad”.
En este mensaje, el Dr. Stanley nos enseña cómo desarrollar esa tranquilidad interior que permanece durante los momentos de mucha tensión. Él explica primero cómo está conectada la paciencia a la fe, los valores, la valentía y la determinación. También enseña cómo nuestra disposición de esperar afecta nuestra capacidad de:
- Obedecer a Dios
- Tener buenas relaciones interpersonales
- Ganarnos el respeto de otros
- Protegernos a nosotros y proteger a los demás
- Saber el momento preciso para actuar
- Solucionar controversias
- Perseverar en la oración
- Tener éxito en la vida
- Mantener la estabilidad
- Soportar el sufrimiento
- Experimentar paz, alegría y contentamiento
- Ver la actividad de Dios en nuestra vida
Cuanto más grande es la bendición que Dios tiene reservada para nosotros, más grande es también la paciencia que Él exige que tengamos. Esto significa que debemos elegir entre ser pacientes y ver lo que Dios hará, o tomar el asunto en nuestras manos y ver que no llegamos a nada. ¿Cuál de las dos opciones prefiere usted?
Este mensaje es parte de la serie El poder de la paciencia.
Envío estándar gratuito disponible solo dentro de los EE. UU. y Canadá. Envío urgente disponible al finalizar la compra. Los pedidos que contengan CDs/DVDs no se pueden acelerar, pues se producen por encargo. Los pedidos acelerados realizados después del mediodía EST del viernes se enviarán el lunes. Para devoluciones, puede utilizar el botón de charla en vivo que aparecer en la parte inferior derecha o puede llamarnos al 1-800-303-0033.