¿Podríamos decir que somos dadores generosos y gozosos? El mismo Cristo dijo:“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn 10.10) ¿No basta con esto para entender que Dios habla en términos de abundancia cuando pide obediencia y ratifica lo que está dispuesto a hacer? Para recibir la plenitud de su bendición debemos obedecerle en todos sentidos y con sincera gratitud por lo que Él ha sido y ha hecho por nosotros. Nuestra obediencia abre las puertas para la abundancia que ofrece el mismo Dios, a quien jamás podremos superar en generosidad.

Este mensaje es parte de la serie “Principios de Vida, Vol. 4”.